‘Han aumentado los riesgos de una acción militar de China contra Taiwán’
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Creo que el error más grande, que a su vez da pie a muchos otros, ha sido subestimar la determinación del Partido Comunista de China de mantener el control exclusivo del poder político. Desde principios de la década de los 90, la estrategia del mundo occidental hacia China se ha basado en la suposición de que el Partido Comunista de China ayudaría a transformar los sistemas políticos y económicos de ese país. Y eso fue un error.
El historiador y militar Tucídides planteó en su Historia de la guerra del Peloponeso que cuando hay un poder establecido y un poder en ascenso, el conflicto armado se vuelve inevitable. ¿Es ese el punto en el que nos encontramos cuando se trata de la relación de un poder ascendente (China) y un poder establecido (Estados Unidos)?
No. Creo que las tensiones que han ido aumentando en la última década no solo entre China y Estados Unidos, sino también entre China y otros países democráticos, se deben a cambios en el carácter de China, que se ha vuelto más asertiva e, incluso, agresiva en varios aspectos. Y eso ha comenzado a provocar una reacción de otros países.
Usted le da mucha importancia a lo que llama el carácter del Partido Comunista Chino. ¿Cuáles son las características esenciales que lo definen y qué consecuencias tiene?
Creo que la característica más importante del Partido Comunista Chino es que es leninista. Significa que es jerárquico. Todo el poder fluye de arriba hacia abajo. También es una especie de régimen que lo ve como su responsabilidad y cree que tiene la autoridad y la obligación moral de penetrar en todos los aspectos de la sociedad, la economía y de controlar todo lo que sucede dentro del área que domina.
El otro elemento, que es un remanente del leninismo, es el énfasis en la propaganda, la guerra de la información, que trata de moldear las percepciones y los pensamientos de los demás para tratar de inducirlos a comportarse de maneras que sean benéficas desde la perspectiva del régimen del PCCh. Un régimen como este cree que debe conservar el monopolio del poder. No le interesa la competencia política o la transición pacífica. De hecho, ve esas cosas como amenazas mortales y está decidido a resistirlas.
Cuando se trata de China, el mundo parece dividido. Algunos creen que puede convertirse en un actor responsable de la economía y de la política global y así contribuir a la estabilidad global. Otros creen que es un poder en ascenso y que se va a ver motivado a empujar los límites de lo que se espera que haga. ¿Con cuál de estos bandos se identifica?
Lo que hemos aprendido en los últimos 30 años, cuando el objetivo de la política occidental hacia China era, de hecho, alentarlo a convertirse en un actor responsable para integrarlo lo que más se pudiera en el orden internacional existente, es que eso no ha funcionado. China no se ha convertido en una potencia satisfecha con el statu quo. Es un poder revisionista. Así que, desafortunadamente, no puedo ponerme en ese campo.
Creo que estoy más cerca del segundo campo, con una advertencia importante que se remonta a lo que dije antes. No creo que el comportamiento de China tenga que ver únicamente con el hecho de que es una potencia en ascenso. Creo que es un poder en ascenso de un tipo particular, un poder en ascenso que tiene un régimen como el que acabo de describir. Para mí, esa es realmente la característica más importante que explica su comportamiento. No creo que una China democrática en ascenso se comporte necesariamente de la misma manera.
Recientemente el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo muy explícitamente que su país no dudaría en defender a Taiwán si China decide atacar a este territorio. ¿Qué tan probable es que China lance una acción militar?
Creo que los riesgos están aumentando porque las capacidades de China están aumentando. Hace 20 años, China no tenía la opción de usar la fuerza militar para subyugar a Taiwán. Ahora, sí. Además, los esfuerzos de China para unificar Taiwán han fallado, principalmente porque los taiwaneses han visto cómo China trata a su propia gente y cómo ha sido la represión en Hong Kong. Así, ha desaparecido cualquier posibilidad de una integración pacífica de Taiwán al territorio chino y eso también aumenta los riesgos de una acción militar
Por otro lado, Estados Unidos y Taiwán han estado hablando más seriamente sobre el fortalecimiento de la defensa taiwanesa. Y hay una última razón por la cual creo que las probabilidades de una acción militar china contra Taiwán han aumentado. No estoy del todo convencido, pero creo que Xi Jinping ve la resolución de este conflicto de larga data como lo que debería ser el mayor logro de su liderazgo político.
Entonces, el único aspecto positivo de que Xi haya comenzado su tercer mandato como secretario general del Partido Comunista de China en octubre de 2022 es que tendrá más tiempo de pensar en cómo solucionar este conflicto. Pero, en general, los riesgos sí han incrementado.
¿Qué le sorprendió más, el hecho de que Vladimir Putin y Xi Jinping parecían estar trabajando juntos o el hecho de que recientemente China ha hecho un esfuerzo por distanciarse de Putin y de su estrategia frente a Ucrania?
No creo que China se haya distanciado mucho de Putin, o por lo menos no de una manera significativa. Más bien están buscando la manera de decir: ‘No somos responsables de este conflicto’. Pero el comportamiento de China sigue siendo el mismo desde que comenzó el conflicto en Ucrania: les están proveyendo a los rusos una coartada diplomática. Están repitiendo la propaganda rusa. Están comprando más petróleo y grano ruso. Y le están vendiendo a Rusia los semiconductores que necesitan. No les doy mucho peso a los argumentos de que ahora existe alguna distancia entre China y Rusia.
Pero el comportamiento de China sigue siendo el mismo desde que comenzó el conflicto en Ucrania: les están proveyendo a los rusos una coartada diplomática
Dicho esto, sí creo que Xi Jinping quisiera que el conflicto termine o que se convierta en una guerra estacionaria que mantenga a Estados Unidos y a Europa ocupados. Ciertamente, no quiere ver a su amigo Vladimir Putin humillado y derrotado. Creo que esa es la mayor preocupación para China ahora mismo.
Y, por cierto, si Vladimir Putin hubiese conseguido lo que quería con la guerra en Ucrania, China no hubiese tenido ni una sola objeción al respecto. Los problemas vienen debido a la incompetencia de Rusia.
Si un grupo de líderes de países occidentales le pide su opinión sobre cómo lidiar con China, ¿usted qué les recomendaría?
Creo que lo más importante de ahora en adelante es intensificar y afianzar la cooperación entre las democracias para lidiar con China en todos los frentes: el económico, el tecnológico, el propagandístico, el militar, etcétera.
No hay ninguna duda de que los países democráticos tienen los recursos para contrarrestar a China. Si sumas el producto interno bruto de Estados Unidos, México y Canadá, y de todos los países que conforman la Unión Europea, obtendrás una cifra que representa la mitad de toda la economía mundial.
China, por su parte, representa el 18 o el 19 por ciento. Entonces, contamos con los recursos. La pregunta es si realmente podemos cooperar lo suficiente para hacer uso de ellos de manera efectiva.
* (Este contenido fue emitido en formato audiovisual por el programa de televisión 'Efecto Naím', una producción de Naím Media y NTN24.)
MOISÉS NAÍM *
ELTIEMPO,COM